2016(e)ko apirilaren 17(a), igandea

Inocencia Perdida (IV)


Sirviendo a Godofredo

Tras su paseo por el publo de Dax los tres compañeros acuden a la invitación de Godofredo de comer con él y su consejero Guy. La comida se celebra en la terraza, en el piso alto del castillo donde el Conde come tranquilamente unos dátiles junto a su hija, Hugh y Guy. Los siervos os ofrecen la caza matutina y Godofredo les pone al corriente de sus sospechas. El ataque de ayer parece estar perpretado por un vasallo suyo, el Baron de Boseaux que siempre ha tenido mala reputación al ser indulgente con la plebe y los brujos. El señor de Dax quiere zanjar el problema de raiz y planea atacar las tierras del Baron, con la intención de acabar con uno de sus más fieles lugartenientes. El ataque será rápido y al necesitar de todos los hombres que pueda movilizar, ha pensado que nuestros heroes serían los más acordes para esta tarea. Ante la mirada furtiva de Anabelle, Delezar Dieter y Floki aceptan y ponen sus espadas al servicio de Godofredo.


Durante la tarde una docena de caballeros se prepara en la plaza del Castillo. La mayoría son caballeros noveles que preparan sus armas después de bendecirlas por la Dama del Lago. Los escuderos les prestan tres caballos sin equipación adicional y Jean, el veterano del grupo organiza la batida. Se espera presencia no-muerta.

En una desviación empinada, os dais de frente con un pequeño fuerte abandonado. La luz y sus sombras juegan con la imaginación de los caballeros, aunque parece que el edificio esta totalmente abandonado. Bajan de los caballos y Jean les señala para que le acompañéis al interior junto a otro caballero. Al cruzar el umbral del portón, los muertos comienzan a salir de la tierra humeda y el resto de caballeros empiezan a descabezar zombies.





Dentro, esqueletos, zombies y hasta muercielagos vampiro les cortan el paso. Habitación tras habitación los engendros caen uno detrás de otro y para cuando llegan al salón principal, Jean y el caballero novel que los acompañaban yacen muertos junto con los restos de los no-muertos.

El lugarteniente del Baron, aunque humoide, hace tiempo que abandonó este mundo. Su decrepito cuerpo y huesuda cara le delatan. Los mira a través de unas cuencas vacias que brillan con un fulgor enfermizo. Los vientos del Dhar se arremolinan y haciendo uso de viles sortilegios debilita y enferma a nuestros aventureros. Sin embargo, el mal siempre...digo nuestro trio favorito siempre prevalece y es Delezar quien usando sus artes arcanas pulverice al ser. Nuestro avispado mago, leal siervo del emperador y devoto de la fe sigmarita no tarda en robarle el bastón nigromantico al liche sin pesar mucho en lo heretico que puede llegar a ser su acto.

Finalmente, rebuscando en el fuerte junto con los caballeros supervivientes encuentran documentos que culpan al Baron de Boseaux por estos actos, ordenes, libros y todo tipo de correspondencia con su vasallo. Parece que su destino está sellado.

Regreso a Dax

Con todas estas pruebas la mesnada vuelve a Dax para informar a su Conde. Son una vez más nuestros protagonistas quienes entregan los documentos y reciben las felicitaciones de su señor. Este, no tarda en decretar el asalto total al Castillo de Boseaux. La guerra será legitima y además podra usurpar las tierras del Baron cumpliendo las leyes de Bretonia.

Un buen Casus Belli

 Pero antes de empezar con los preparativos Guy aconseja prudencia. Quizas, aprovechando que los nuevos soldados de Godofredo son extranjeros, podrían primero inspeccionar el terreno, ver sus defensas e idear un plan de ataque sobre seguro. El Conde acepta y nuestros heroes vuelven a tener algo que hacer.








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