2014(e)ko apirilaren 24(a), osteguna

Once more unto the breach

Once more unto the breach' - is from the 'Cry God for Harry, England, and Saint George!' speech of Shakespeare's Henry V, Act III, 1598.
The most celebrated rendition of the speech comes from Laurence Olivier's performance in the 1944 film The Chronicle History of King Henry the Fift with His Battell Fought at Agincourt in France, better known to the world just as Henry V.


7 de mayo del 2512,décimo año del reinado de Karl Franz I

Otto, Delezar y Dieter se prestaron para asaltar el castillo una vez más. Decididos se adentran por las mazmorras hasta dar con el patio interior. Los horrores que albergan el castillo son innumerables, y serán recordados por los supervivientes en cada uno de sus sueños. Ufdelnhar el caballero del Caos, Krakatz el minotauro, y el resto de los esbirros de los von Wittgenstein sucumbieron a los hachazos y hechizos de nuestros aventureros, que sin más remedio, luchaban solos.

Finalmente, encuentran a Kurt, el tercer hijo y a Indrid, la baronesa del castillo. Ambos se encontraban alejados del mundo, de la realidad. Las armas de nuestros héroes no se tiñeron de sangre, no merecía la pena. Sabían de buena mano, que la causante de que la baronía fuera una pesadilla viviente era Magritte, la hija mayor y heredera. ¿O no?

En su camino se encontraron con una antigua biblioteca, llena de tomos malditos, y entre ellos un pequeño diario, de Gothard von Wittgenstein, segundo hijo. Entre sus hojas averiguaron el culpable real:

* Errata: el año debería ser 2512

Así pues, de un plumazo nuestros aventureros ataron todos los cabos, o casi todos. Las tres sectas trabajaban juntas, aquellos que los buscaban por un dinero que nunca tuvieron eran los mismos que perpetraron la desgracia de Bogenhaffen. Etelka y Dagon eran otras piezas más en este rompecabezas. Y Gothard, lider de una de las sectas había huido, dejando a su hermanita protegiendo aquello que todos buscaban: La piedra bruja de su tatarabuelo, el infame Dagmar von Wittgenstein.

Con estas revelaciones se enfrentaron a la Magritte y su experimento no-muerto. No tardaron en dar cuenta de la nigromante, aunque la alegría duro poco.

El castillo comenzaba a temblar, como si de un terremoto se tratase y los protagonistas sospecharon que se trataba de los propios pilares del castillo. Bajaron una vez más hasta las mazmorras para toparse con hombres rata que estaban intentando robar la piedra bruja con una maquina infernal que socavaba los cimientos de la estructura. Sus insignias los desconcertó pues además del símbolo skaven, también lucían las ocho puntas del caos.  Los skavens fueron repelidos pero no lograron evitar el robo de la piedra bruja. Y la Baronía se cobró su última victima antes de convertirse en escombros.

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