En la intersección que une el rio Grissen con el Reik encontrais la aldea de Grissenwald, habitada por cerca de 600 almas y con fama de grandes comerciantes de rios. Dejasteis la barca en el muelle y pronto descubristeis la existencia de un poblado enano a las afueras de la aldea. Al parecer los paisanos no les tenían mucho aprecio y parecían bastante problemáticos. El poblado enano, conocido como Khazid Slumbol, estaba formado por varias chabolas mugrientas y al acercaros la docena de enanos que habitaban allí no tardaron en tomarla con el pobre Delezar. Pero ya fuera por el Ulgu o por su naturaleza tranquila, no cayó en su mismo juego y conseguisteis audiencia con Gorim Granmartillo, líder de los enanos.
Según Gorim, una malvada hechicera llamada, como no, Etelka Herzen, logró hacerse con la mina (de oro según los enanos, y de carbón según el resto del mundo) a base de amenazas y engañosas artes, sumiendo en la pobreza a estos buenos y trabajadores enanos. Por si esto fuera poco, los habitantes de Grissenwald culpaban injustamente a los enanos por unos ataques recientes a las granjas cercanas a la antigua mina de los enanos que ahora pertenecía a Etelka. Gorim les prometió ayudarles si limpiaban el honor de los enanos.
Montañas Negras y la Mina de Etelka
No os hizo falta más que una noche para descubrir a las viles criaturas que estaban detrás de los ataques nocturnos. Unos sucios goblins con sus aún más sucios lobos. Gorim cumplió con su palabra y tres enanos de Khazid Slumbol se prestaron voluntarios (previo pago) para acompañaros a la Mina. Allí encontrasteis la Torre en la que hasta hace poco se escondía Etelka. Tanto la mina como la torre estaban ahora habitados por goblins.
Tras limpiar la torre de estas asquerosas criaturiyas os encontrasteis con la cocinera personal de Etelka, una halfling algo peculiar que contratasteis de inmediato como cocinera de vuestra barca. Ella os dio la pista para seguir a Etelka. Según la halfling, la hechicera abría partido acompañada de un hombre en dirección a las Colinas Áridas y mas exactamente al rio Narn. Pero antes de partir hacia allí, tuvisteis que acabar con el jefe de los goblins, que se escondía en los aposentos de su señora;
Tripón, lider goblin que creía que vestirse como su ama, le otorgaría los mismos poderes. La vida de un goblin puede llegar a ser muy dura.
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